miércoles, 20 de julio de 2011

El sol de invierno

Sentado en una banca de un parque, en una fría y lluviosa noche de invierno, está sentado él, viendo las gotas caer, las luces amarillas de los carros que pasan por ahí, y una que otra persona caminando apurada para no mojarse. Sonríe. Sabe que todo ésto es algo temporal, como aquella lluvia, como aquella fría estación del año.

Se pregunta cómo llegó a pasar todo, pero lo que es cierto, es que sin darse cuenta ocurrió. No sabe por qué en ese momento, no sabe por qué ella, nunca se esperó que fuera ella, bueno, ella menos se lo esperaba. En ese momento, empieza a recordar viejos tiempos, cuando le ocurrió lo mismo. Un suspiro, otra sonrisa, aquellas épocas. Regresa al presente y se pregunta por qué no puede ser como antes, por qué no puede lidiar con ello como lo hacía antes. No es lo mismo, la situación es diferente, todo es diferente ahora.

Un pequeño sonido lo desconcentra, mira a su derecha, un perro estaba buscando algo para comer, para poder resistir la noche. Se le acerca al chico, y lo mira como pidiéndole algo para poder deborar, él busca en el bolsillo de su casaca, un paquete de galletas sin terminar, se alegra un poco, y le da una al can, que se ve más contento que él. Luego, mira la envoltura y se da cuenta que un día compró un paquete de la misma marca, aquel día que le dijo todo a ella, y quizás el comienzo de su invierno.

Recuerda ese momento, estaban los dos solos, era en ese momento, no encontraría otro igual. Se armó de valor y le dijo la verdad, nervioso y con la mente nublada, sin poder mirarla, y es que, hace mucho tiempo que no decía algo parecido. Ella escucha, no dice nada, solo afirma de vez en cuando, no esperaba escuchar eso en un momento así, y mucho menos, escucharlo de él. Termina de hablar y ella responde, él sabía muy bien que esa respuesta no iba a tener un "sí" o un "yo también" de por medio, pero se esperaba algo peor, y se sintió un poco aliviado.

El perro se recostó al costado de la banca, parece cansado, y se le nota el frío, su cuerpo tirita. El chico se acerca y pone sus piernas cerca para tratar de abrigarlo. Sigue pensando, se pregunta si estuvo bien lo que hizo, no sabe la respuesta, pero desde aquel momento las cosas fueron un tanto diferentes, o al menos así lo veía él. Analizó las cosas desde ese día, y se dio cuenta de algo, lo que sentía se hacía más fuerte, pero no sabía que hacer, quizás era un gran problema, o quizás estaba ahogándose en un vaso con agua, tampoco lo sabía.

Pero es ahí donde aparece ella en su cabeza, se acuerda de los momentos que pasaron y como un día cambiaron, se acordaba de su sonrisa, que sonrisa, era tan bonita, realmente única. Se imagina diciéndole muchas cosas, cosas que en la realidad, no podría decirle, y que tiene que cubrir con una manta llena de temas cotidianos. Le duele saber que no tiene el valor de hacerlo, que la confusión y su orgullo le impiden hacerlo. Baja la cabeza. Se pregunta por qué no puede, ya lo hizo una vez, pero no era el mismo chico de antes. Aún así tiene que hacer algo al respecto, en el camino encontrará algo. Una luz de esperanza aparece, no sabe cuál será el resultado, pero sabe que tiene que seguir adelante, con la mirada hacia el frente, ya que la lluvia no es eterna y después del frío invierno llega la primavera.

Siente un movimiento debajo de sus piernas, es el perro que se acaba de levantar. Se sacude un poco y mira al chico por unos segundos, luego empieza a caminar, sigue su camino debajo de la lluvia, da vuelta a la esquina y se pierde de vista. Él revisa su celular, ya es hora de regresar a casa, se para y, casi mágicamente, cesa la lluvia, vuelve a sonreír, que irónico. Se dirige a su casa, entra a su cuarto y se acuesta, fue suficiente por un día.

Al día siguiente, una pequeña luz entra por un hueco dejado por las cortinas y le cae directamente a los ojos, se despierta y medio adormilado se levanta para mirar por la ventana. Su expresión cambió al ver a través del cristal. El sol había salido.

viernes, 15 de julio de 2011

La chica de la sonrisa bonita

Nunca pensé que conocería a alguien así, alguien que me llamara la atención de una forma diferente a la cual suelo "estar acostumbrado". Normalmente son los ojos los que suelen llamarme la atención, pero en este caso, podría hacer la excepción (tampoco digo que sus ojos no sean bonitos, es más, con eso me cautivó más), su sonrisa expresa muchas cosas inexplicables, cosas que quizás, ni ella sabe que expresa.

Cuando la veo sonreir, no puedo evitar hacerlo yo también, te expresa una alegría incomparable, y sobre todo, la idea de que todo estará bien, sea cierto o no. Esa sonrisa que acompañada con su mirada, llegan a atraparme y volverme idiota (sí, más de lo normal). Siempre me pregunté como sería el placer de estar en el paraíso, y ella, sin darse cuenta, me lo está respondiendo.

La verdad, es que no sé si podré ver esa sonrisa durante el resto de mi vida, pero algo que sí puedo asegurar, es que ya quedó impregnada en mí aquella hermosa imágen.

Aunque ella no lo sepa, me ha hecho muchos favores solo con aquella sonrisa, ha arreglado, lo que consideraba roto, ha iluminado lo que yo consideraba opaco y ha coloreado lo que yo dejé en fríos grises. Quizás no pueda agradecerle todos esos inmensos favores, pero si algún día llegaras a leer esto (lo dudo, pero nada se pierde intentándolo), te darás cuenta cuan agradecido estoy contigo y que siempre lo estaré, y aunque no es mucho, éste post va dedicado a ti, porque gracias a ti, también nacieron mis ganas de escribir.

Si supiera como describir todo lo que siento, podría gastarme todo el post, pero es algo tan inexplicable que las palabras me quedan cortas para hacerlo. Pido disculpas por ello, y a la vez también digo... Gracias chica de la sonrisa bonita.

domingo, 18 de julio de 2010

Diario de un sicario: capítulo 0

Capítulo 0: Aquella buena vida...

De niño pensaba que matar era lo peor que podía existir en el mundo, ahora es el negocio que llevo a cabo desde hace 2 años...Cómo así cambié? Pues a medida vas creciendo vives lo suficiente como para decidir tu vocación, además de quedar huérfano a los 7 años y ver como mataron a mis padres despiadadamente en mi cara.

No quiero decir que mi vida fue feliz hasta aquel suceso, ya que después encontré mi verdadera misión en la vida. Viví por 3 años en la calle junto con otros niños con los cuales hicimos un pequeño grupo con el cual subiamos a los buses a tocar. Un día bajando de uno de los carros, empezamos a contar todo lo que habiamos ganado cuando, de repente, una camioneta se sube a la vereda y mata a mi amigo. Nadie lo ayudó, el conductor fugó y las personas alrededor seguían con sus vidas. Es ahí donde me di cuenta que la vida no tiene valor, las personas son egoístas y solo reaccionan cuando se sienten amenzados. Simplemente escoria...

A los 11 años, mientras vagaba por las calles de Lince, vi como un señor en moto mataba a otra sin ningún asco ni remordimiento. La gente se asustó pero no pasaba de eso. Me impresionó ver aquel momento que corrí detrás de la moto, esta se detuvo un una calle y el señor me apuntó con su pistola.

-Que chucha quieres chibolo de mierda? Quiéres morir acaso? Te lleno la mitra de plomo?

Me sentí intimidado, pero no me detuvo a responder

-Dispara imbecil, a cuántas personas has matado como para que un simple chibolo te importe?

Pensé que había llegado mi hora, pero...

-Jajaja! Tienes agallas enano, o acaso te cagas de miedo que ya no sabes que decir?

-Estoy solo, la gente en las calles es una mierda, nadie tiene valor y personas como yo solo somos una molestia.

-Claro que la gente tiene valor, viste al huevón que maté? Su cabeza valía 2000 cocos.

Me di cuenta de la realidad...

-Yo también puedo hacer eso?

-Jajaja! Eres valiente, pero muy huevón, no podrías lidiar con lo que yo hago.

-Me da igual, que puedo perder?

-Que lástima que gastes tu vida como yo, pero en fin, ese no es mi problema, si quieres subete a la moto y conocerás lo que de verdad es trabajar.

Tengo 18 años, me llamo Daniel, y sí, soy un sicario, encontré la vida perfecta, un juego donde la estrategia y tu identidad son más importante que la vida misma, tu mejor amiga es tu pistola, y perder no es una opción.

Vivo en una departamento en San Borja, cómo llegué a vivir ahí? Pues trabajando duro, ahora soy uno de los sicarios más pedidos, cumplo con el trabajo y no pido demasiado, no me interesa mucho el dinero, solo es pura diversión.

Mi mentor fue encarcelado, después de matar a un empresario, al parecer se arrepintió después de que se enteró que la hija del señor quedaría en orfandad. Pobre infeliz, terminé siendo mejor que él. Dejarse dominar por los sentimientos, es la muestra de debilidad más grande. Lo tengo muy en cuenta....siempre.


miércoles, 16 de junio de 2010

Hogar

Vivo en un departamento, algo chico pero acogedor. Vivos con mis padres, mi hermana y la chica que la cuida. He vivido en Surco por casi 16 años y me he mudado 2 veces en toda mi vida, de las cuales solo tengo memoria de una.

A pesar de poder vivir comodamente, siento que este no es mi hogar y menos mi lugar. Siento que falta algo importante para que sea así: Paz.

En el mundo encuentras tantos lugares como personalidades, debe ser por ello que siempre buscamos un lugar ideal. Ciudades, playas, el campo, las montañas, etc. En mi lugar, una casa en medio del campo donde el invierno me regale nieve y no lloviznas sería el lugar perfecto para vivir. Sería la paz de mi corazón.

Sé que no soy el único, y que todos tenemos un sitio ideal, en el cual nos sentiríamos bien con nosotros mismos. Muchos mueren sin poder ver su hogar ideal, pero yo no me resignaré a seguir ese camino, y creo que nadie lo querrá hacer.

"Hogar no es el lugar en el que vivimos, es el lugar donde encuentra paz nuestro corazón"



domingo, 6 de junio de 2010

La promesa

Hoy pude ver la imagen de aquella chica en sueños, se sentó a mi lado al borde de un risco con un paisaje que el paraíso envidiaba. Nos pusimos a conversar, era graciosa, un poco tímida. Hablamos de nuestras vidas, de nuestros pasatiempos y nuestros sueños(como en el que estabamos). Se sentía tan bien estar a su lado.

Siempre fue una costumbre en mí mirar los ojos de las mujeres, es la forma de enamorarme, y los suyos eran inolvidables, y no podía dejar de verlos. Por qué me miras siempre a los ojos? Me preguntó con un poco de extrañeza. No sé, son muy hermosos, respondí. En un momentó pensé y dije, se nota que esto es un sueño, en la vida real suelo ser más tímido. Sin embargo, las cosas fluían y los temas iban cada vez a algo más.

Me cogió la mano y por un rato me quedé en blanco, el momento era lo mejor en 18 años de vida, un gran paisaje, una paz que nunca había sentido, y ella a mi costado cogiendo mi mano. No sabía que decir y ella tampoco, son esos momentos en los que si dices algo la malogras completamente.
Pero ella sonrío y me preguntó: Sabías que esto es un sueño, verdad? Lamentablemente sí, también sé que en un momento tendré que despertar. Miré hacia un lado, era duro saber que en cualquier momento iba a acabar. Y por qué te lamentas? Por qué no vas a buscarme y a continuar el sueño cuando te despiertes?, me lo dijo de una forma que parecía muy fácil. No sé si podrá pasar lo mismo que está pasando ahora, respondí cabizbajo.

Ella se paró con tanta seguridad y me miró fijamente a los ojos y de manera casi mental hizo que yo también me levantara. Prométeme que este momento continuará. Hubo un silencio que causaba mucha duda. Sería capaz de poder cumplir la promesa? Lo pensé bien y me acordé de la frase que me dijo un amigo durante un juego, pero luego vi que había mucha razón en ella: "El que no arriesga no gana". Lo prometo. Nunca había prometido algo con tanta seguridad.

Me abrazó de una forma que me hizo odiar que todo fuera un sueño, pero después me di cuenta de algo. Oye, esto... Cuál es tu nombre? Me miró y me dijo...

Lamentablemente, mi mamá abrió la puerta y de un grito me hizo despertar, así que no pude escuchar su nombre. Pero sé que la encontraré, se lo prometí, no?

Aquí les pongo un video muy bueno (Y)!! Daft Punk - Digital Love

sábado, 5 de junio de 2010

Inspiración

Es duro despertarte y darte cuenta, o al menos tener la duda de que has perdido aquello que te ayuda a crear nuevos mundos, sea dibujo(aunque no se hacerlo bien jeje) o cantar(que me sale peor que dibujar) o escribir( que no sé si me sale bien, pero al menos mejor que las anteriores). Si para un ciego es trágico tener los ojos y no poder usarlos, pues para un blogger es duro tener un blog y no poder escribir en él.

Sin embargo, hoy desperté con la mente revuelta de ideas, desde por qué el perro se llama perro, hasta por qué mi almohada estaba tirada en el suelo. Y dije: al fin! regresaste. Quizás el cigarro empezó a hacer efecto, aunque faltaba el café, pero hasta servirlo quizás mi amiga se iba de nuevo y sería una pena tener que esperarla de nuevo. Así que prendí la computadora, entre al messenger y al facebook( como todo mortal urbano de siglo XXI) y a escribir...

De qué escribir? Puees si duele no tener ideas, creo que es peor tener varias y no saber por cual empezar, la incógnita de que te puedes olvidar esa gran idea mortifica mucho. Fue por eso que empecé con algo un tanto simple como dandole la bienvenida a aquella amiga con la cual muchos sí sufriríamos si no estuviera(creánme yo si he sufrido por ella), así que decidí escribir una oda a la inspiración, a la musa de los artistas, a los artistas de las musas y a las musarañas también, a la luna de paita y a los mosquitos que vuelan, a todas esas cosas que nos hacen pasar un rato a solas con ella (o él, dependiendo del caso también).

Dónde está la oda? Pues la acabas de leer y si crees que falta algo pues crea tu propia oda o completa la mía porque inspíración no creo que te falte...

"Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro, a la mitad del camino" - Sigmund Freud

Tienes mucha razón Freud....

martes, 24 de noviembre de 2009

Solitario o soledad

Quizás pocos nos percatemos, quizás pocos seamos los que percibamos al mundo de esta forma, pero la verdad, es que, aunque parezca algo disparatado o posiblemente egoísta, es una visión que muchos tenemos o hemos tenido alguna vez.

Hay momentos en los que uno piensa o ha intentado vivir la vida totalmente solo, pero nos topamos con la triste realidad de que no podemos ser independientes al 100%, siempre necesitamos de alguien, que irónico ser el máximo ser sobre la tierra y tener el adjetivo de "hijos de dios" y ver que dependemos del resto.

Sin embargo, hay momentos en los que somos solitarios inconcientemente, nos despertamos y vemos que en la casa no hay nadie, nos sirven la comida, pero aún seguimos solos; salimos a la calle y ésta es un desierto con carros moviendoze, pero sin nadie en el interior. Al fondo vemos una persona con la cual hablamos y cuando terminamos, ésta desaparece. Incluso tenemos la sensación de que las personas van desapareciendo hasta ver que solo quedamos nosotros.

Y es que en una vida llena de errores, a veces vemos como la gente desaparece, pero paradójicamente siguen ahí. Caminas a través de una calle llamada vida, una calle como aquellas en las películas donde solo hay periódicos volando y polvo, donde no hay ninguna señal de vida, donde una vez existió alguien, pero no queda nadie.

Caminamos cabizbajos con nuestras vidas llenas de errores, con varias memorias llenas de sentimientos, sentimientos que queremos dejar de lado. Que ni la tristeza ni la felicidad nos afecten porque al final de todo, son solo memorias, hechos del pasado que no vuelven a pasar.

Cada paso que damos es un amigo que perdemos, y cada lágrima que botamos es un amigo que recordamos, y es que, lamentablemente, el hombre no puede vivir solo, no puede cumplir sueños si no esta acompañado, no puede ser humano si no hay otro a su lado.

A veces somos nosotros los que nos alejamos, a veces son ellos los que se alejan, a veces somos solitarios, a veces caemos en la soledad. Pero, si un día alguien pudiese caminar por aquella calle de la vida y poder pasar con tranquilidad cada cuadra hasta llegar al final, totalmente solo, esa persona habrá conocido la total perfección.